EMPATE AGRIDULCE

Independiente empató 1 a 1 frente a Boca en la Bombonera. El Xeneize se puso en ventaja con un golazo de Martín Palermo y los de Mohamed empataron con el primer gol en primera de Lucas Villafañez. De la mano de los bajitos, lo buscó hasta el final, pero casi siempre chocó contra sus propias limitaciones.

          FIGURA. Hernan Fredes, la figura de la cancha,
          quien supo cambiar insultos por aplusos.                      

Independiente llegaba a La Boca con la necesidad de sumar de a tres, sabiendo de antemano todos los resultados que lo involucran. Consciente de esta situación, el Turco planteó un partido que en principio parecía ofensivo, pero que en cancha, durante los primeros 45´ no estuvo ni cerca.
El partido comenzó, como ya es costumbre, con desatenciones en el fondo. Desatenciones que invitaron al local a atacar, y contar con un par de buenas chances. El Rojo se limitaba a esperar algún momento de lucidez de Pato, pero resultaban ser tan esporádicos como inofensivos para el arco de Lucchetti.
Sin un partido brillante ni mucho menos, Boca encontraba alguna ventaja en el juego, ante un Independiente pasivo. Esa ventaja, los de Falcioni supieron plasmarla al marcador cuando el cronómetro indicaba 22´de la primera parte. Una buena pelota enviada desde la derecha por Mouche, terminó en el fondo del arco cuando Palermo inventó una pirueta y marcó un gol de taco, de otro partido.
Lejos de apichonarse, el gol de Boca envalentonó a los Rojos que fueron a buscar con más ímpetu que fútbol, y comenzó a encontrar los espacios. Empezó a crecer la figura de Hernán Fredes, por quien, desde ese momento pasó todo el juego de Independiente, y se afirmó en la izquierda un cada vez más picante Patito Rodriguez.
Sobre el final de la primera etapa, los de Mohamed ya habían definitivamente acorralado al Xeneize. Con las apiladas de Fredes (quien sería la figura de la cancha) y las gambetas en velocidad del Diez, el carril izquierdo se convirtió en el lugar por donde se podría lastimar a lo largo de todo el encuentro. Por ese sector, llegó un claro penal sobre el Pato, cuando Insaurralde le golpeó el rostro con el brazo. Nada fue para Pittana, quien aplicó el famoso siga, siga!
El comienzo del complemento no modificó el trámite del partido. Boca se replegó sobre su arco y le cedió la iniciativa a Independiente, quien durante los 45´ finales manejó el ritmo a su antojo. El DT rojo decidió ir en busca del empate con el ingreso de Villafañez por Vélez. Y vaya que acertó.
A los 32´, otra vez sobre el sector izquierdo, apareció el Pato Rodriguez, quien metió un centro al corazón del área, y tras un rebote, Parra le cedió el tiro de gracia a Villafañez, quien ingresaba solo de frente al arco. Misil y a cobrar.
Uno a uno merecido, y parecía que habría más. Es que Independiente, quien manejó el segundo tiempo a gusto y piacere, siguió buscando hasta el final. Una catarata de situaciones tuvo el Rojo en la segunda parte, no acertadas por errores propios y mucha virtud del Uno de Boca.
Sin claridad pero con mucho amor propio, los de Mohamed debieron conformarse con un punto que sabe a poco. Sobre todo si se tiene en cuenta el rendimiento durante los 90´, en los que superaron (ampliamente por momentos) a uno de los equipos más irregulares del torneo.