EL LUGAR DEL REY DE COPAS

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jueves, 5 de mayo de 2011

A 20 AÑOS DEL ADIÓS

 

El 5 de mayo de 1991 se retiraba de las canchas el máximo ídolo del club. Quien con 638 partidos disputados fue quien más vistió la casaca roja y con 13 estrellas bordadas en su apellido más títulos cosechó. Con sus inolvidables gambetas y espectaculares goles, Ricardo Enrique Bochini se convirtió en el exponente del fútbol en su estado más puro.
El Bocha, debutó en Independiente allá por1972, nada menos que en el Monumental, y con apenas 18 años. Proveniente se Zárate, del club Belgrano, tal vez ni él mismo imaginaba ser uno de los mejores de todos los tiempos.
El ídolo de Diego Armando Maradona, fue el creador de innumerables hazañas con los Rojos, junto a su socio, Daniel Bertoni. Entre las máximas, se encuentran la obtención de la Copa Intercontinental en 1973 frente a la Juventus con un gol suyo (1 a 0 ganó Independiente), o el campeonato Nacional de 1977, cuando con ocho hombres se trajo el título desde Córdoba, arrebatándoselo a Talleres en el mismísimo Chato Carreras. 
Los 19 años llevando la 10 en la espalda, sus pinceladas únicas que pintaban al fútbol de cuerpo entero y la magia desparramada en cualquier cancha donde jugara Independiente, lo llevaron a convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Los 13 galardones que tiene en su haber (4 títulos locales, 4 Libertadores de América, 2 Intercontinentales y 3 Interamericanas) hablan a las claras de su estirpe de campeón. Su perfil bajo, el que lo llevó a vestir durante 19 años la misma camiseta, reflejan su humildad y gratitud.
Una lesión sufrida en un empate 1 a 1 frente Estudiantes de La Plata y propinada por Pablo Erbin, lo obligó a dejar las canchas a los 37 años. Pero sólo las canchas, por que continuó trabajando activamente en el club, desde las inferiores y hasta dirigir la Primera División.
Hoy, a 20 años de su retiro, nadie pude olvidar tanto fútbol desplegado, tanta visión de juego y los pases y definiciones tan nítidos, que supieron bañar al pueblo rojo de títulos y campeonatos. Tampoco se puede borrar el ¨Bo-Bochini, Bo-Bochini¨ que bajaba de las tribunas cada vez que el Diez pisaba el césped, y que aún parece retumbar en los rincones del renovado Libertadores de América.
¨Que 20 años no es nada...¨ dice el tango, y puede ser. Porque tras 20 años de ausencia futbolística, y para la eternidad, imposible será olvidar a quien desafiaba a la naturaleza en cada jugada, a quien defendió la roja como ninguno, al fútbol personificado, es decir, al eterno número 10.
 

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