JUGADOR Nº 12 PRESENTE

Más de uno debe estar insultándome para sus adentros y acordándose de la parte femenina de mi familia, como consecuencia del título de esta nota. Lógicamente nada tiene que ver con la parcialidad de Boca, pero es la frase que pinta de cuerpo entero la labor desplegada por Néstor Pittana en el partido de ayer por la noche.
Un nuevo clásico pasó, y de los tres disputados en el campeonato, solo un empate pudo rescatar el elenco de Antonio Mohamed. Casualmente, el de ayer frente al conjunto Xeneize, el cual de los hasta ahora jugados fue el único en que mereció llevarse la victoria.
Claro que no siempre basta con jugar mejor que el rival, contar con gran cantidad de chances netas de marcar y apretar hasta el final en busca de los tres puntos. A veces, otros son los factores que deben acompañar, y de no hacerlo (o mejor dicho, que esos factores no lo quieran), imposible será alcanzar el triunfo.
El vivo ejemplo de lo que tratamos de explicar, fue el desenvolvimiento del juez del clásico frente a Boca, Néstor Pittana. Quien constantemente inclinó la cancha en favor del conjunto local con infracciones menores (algunas inexistente) y cobrando a su favor todas las jugadas divididas.
Pero la fiel muestra de esto, apareció minutos antes del final de la primera etapa, cuando tras gran jugada combinada, el Pato Rodriguez recibió en el área Xeneize y ya dispuesto a rematar (en lo que era una jugada neta de gol), apareció Insaurralde para cruzar cometiendo falta sobre el Diez, pegándole con su brazo en la cara. Clarísimo penal ¨inadvertido¨ por Pittana, que definitivamente hubiera cambiado el rumbo del partido.
No tan alevoso, pero claramente, este declive del campo de juego transcurrió a lo largo de todo el encuentro, perjudicando nítidamente a los dirigidos por Mohamed. Por eso, a esta nota, no cabía otro título que, más que nunca, jugador Nº 12 presente.