EL LUGAR DEL REY DE COPAS

Buscar

lunes, 16 de mayo de 2011

¿PATO O GALLARETA?

 PATITO. Una de la imágenes que recorren la web, era en los inicios de Pato en Primera.

Llegó al Olimpo del fútbol como un Huracán, tapándole la Boca a más de uno allá por el verano de 2008. Con el correr de los días todos los Argentinos sabían de él, del nuevo crack, del distinto. El paso del tiempo lo fue perjudicando, ya que luego de explotar en Mar del Plata como un Tigre que escapa de su jaula, fue criticado y resistido tanto como los Estudiantes secundarios repudian el estudio.

Pasaron los años, también los técnicos y su situación no mejoraba. Al contrario, parecía consumirse como un fósforo tras cada una de las pocas chances que tenía. Sabido era el Arsenal de gambetas que guardaba en su pierna derecha, que podrían resultar el Taladro de cualquier sistema defensivo.

Él solo en el campo de juego parecía ser una Banda, pero no lograba plasmarlo en ese puñado de oportunidades. Repudiado como la misma Lepra, se hundía cada vez más en la presión de rendir y lejos estaba de mostrar su mejor versión.

Claro, que todo tiene un final, todo termina. Hace algo menos de un año arribó a Avellaneda Antonio Mohamed, quien pareció ser una Academia de fútbol y de psicología logrando de inmediato la conquista de la Copa Sudamericana.

Pareció que al Diez lo mandaron a hacer Gimnasia y agarró ritmo. Ahí comenzó la sinfonía, y cual Sabalero pescando la pieza más grande, en un puñado de meses cambió insultos por aplausos y ovaciones (como la escuchada el último partido en Bahía). Se convirtió en titular indiscutido y más de una vez hizo poner más que colorado, Granate, a algún que otro plateísta con jugadas de antología que desafiaban a la misma gravedad.

Hoy, parece un Ciclón en el campo de juego con esos slaloms que lo hacen imparable, y mejor aún encontrando sociedades futbolísticas para inventar un Fortín infranqueable. Luego del gol a los bahienses, debería haber sido Cervecero para poder brindar con todo el pueblo rojo.

Hincha de Independiente desde más atrás que las inferiores, y seguramente hasta más allá de la Tomba, se convirtió en la figura de este equipo que no lucha cosas importantes pero que no encuentra grises en su vida, porque mañana será Blanco y Negro es hoy. Pero no caben dudas, que Patricio Julián Rodriguez no es ni pato ni gallareta, simplemente el Diablo Rojo en pinta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario