EL LUGAR DEL REY DE COPAS

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lunes, 30 de mayo de 2011

EL DIABLO PINCHÓ A ESTUDIANTES

Independiente venció a Estudiantes por 2 a 0 en cancha de Quilmes, y acumuló su tercera victoria en fila. Los goles los convirtieron Galeano, en una emulación al Kun Aguero, y el chico Villafañez, cuando el Pincha se venía. La Promoción es cosa del pasado y el Rojo está cada vez mejor ubicado en la tabla.


Toda adversidad fue poca ante tanta contundencia, ante tanta actitud y muchisima demostración de calidad. Es que Independiente concluyó de disipar la neblina que envolvía al Turco y sus dirigidos, para olvidarse de pelear por la permanencia y empezar a soñar con pelear hasta el final, pero en la tabla de arriba.

Difícil tarea afrontaba el Rojo, en el partido más complicado de lo que quedaba por jugarse, al menos en los papeles. Es que los últimos tiempos contra Estudiantes no favorecían, y peor aún, se visitaba a un León herido, falto de triunfos y con la necesidad de levantar cabeza.

Más complejo todavía pintaba el panorama con la cantidad de bajas que traía Mohamed en la lista, entre lesionados y suspendidos. Con la reaparición entre los concentrados de algunos viejos conocidos, viajó al Centenario a sabiendas que un triunfo practicamente disolvería cualquier esquirla que Promoción que intentara alcanzarlo.

Con esa complicada perspectiva para ambos, llegaba el partido, que en su trámite también sería parejo y reñido. Pero la diferencia la encontraron los de Avellaneda, en la seguridad de Julián Velazquez y Cristian Baez en el fondo, las presencias de Hernan Fredes y Lucas Villafañez para tener y tratar bien la pelota, y porque tuvo a la figura de la cancha, Facundo Parra.

En la tarde de Quilmes, la calidad la puso uno de los que generalmente no se esperan este tipo jugadas. Leonel Galeano corrió una pelota que parecía perdida, toque con devolución de Gracián y pincelada de antología. Con muchisima clase, el juvenil defensor enganchó para hacer pasar de largo a un rival, y cruzó un remate perfecto. Y si no fuera porque en su espalda lleva el 24, tranquilamente se podría haber confundido con el Kun Agüero.

También el Rojo sufrió su momento de desconcierto en el partido, cuando con la ventaja de 1 a 0 dejó venir por demás a un Estudiantes que, con más voluntad que fútbol, se acercaba al arco de Hilario, pero sin la suficiente capacidad para lastimarlo.


En el momento más complicado del pleito, una vez más, como en la mismísima Bombonera, cuando las cosas no salían de la mejor manera, apareció el pibe Villafañez para aportar otro gol clave. Este no fue el del empate como el que hizo frente a Boca, sino que este fue el desahogo. El 2 a 0 merecido, que cerraba un partido que hacía mucho Independiente no ganaba.

Claro que la tranquilidad podría haber abundado un rato antes, si el línea no le hubiera mal anulado la jugada previa al gol de Parra. Cosas por mejorar quedaron, pero se verán en la semana con la tranquilidad de tres triunfos consecutivos, los seis invicto y el pecho inflado después de escaparle a la lucha de abajo.

Otros aires se respiran por Avellaneda, donde la mentalidad cambió. Se dejó de pensar en el abajo para empezar a mirar aunque sea de reojo el arriba, y porque no, ilusionarse aunque sea un poco. A cinco del líder quedó el Rojo, que encontró la regularidad que le faltaba, además de un nuevo número diez cuando haga falta.

1 comentario:

  1. Cuando veo jugar así a los pibes, me pregunto que le habrán visto a Gracián, Pellerano, Mareque, SIlvera y Jairo. Ojalá se vayan pronto para que puedan surgir los verdaderos imprescindibles. Parra sin duda, la mejor adquisición (léase compra-préstamo)de los últimos 20 años, ¡Como juega cuando no lleva contrapeso¡ Jorge.

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