VINO MUY DULCE

Independiente venció 3 a 0 a Godoy Cruz en Avellaneda y se puso a tres del líder Estudiantes. Con goles de Ivan Perez, Hernán Fredes y Leonel Núñez se metió en el lote de los de arriba, y ya piensa en el clásico. Ah... lleva cinco invicto, con tres victorias y dos empates.

 Los antecedentes frente a Godoy Cruz no presagiaban el mejor de los partidos post eliminación de la Copa. Es que de ocho encuentros por torneos locales, hasta hoy, el Rojo solo contaba con un triunfo, además de dos empates y cuatro derrotas. Pese al mal pronóstico arrojado por los números, el público de Independiente acompañó de gran manera, esperando lo que finalmente sucedió. 
El inicio del partido encontró dos equipos con mucha gente en el medio campo, donde se disputaba, trababa y friccionaba el juego. Por esto, la primera mitad fue en general chata, y se vislumbraba que quien pudiera tomar el control del medio campo, se llevaría el premio mayor.
Con solo un puñado de chances contaron los dirigidos por Mohamed. Dos jugadas de un Pato Rodriguez cada vez mejor, que el arquero Torrico contuvo sin problemas, Parra quien no está fino en la definición, demoró más de la cuenta y le robaron el balón en una chance neta, y la más clara de los primeros 45, cuando cerca del final, Pellerano estrelló un tiro libre en el travesaño. Por su lado, el Tomba tuvo la única de esa primera etapa en los pies de Mariano Donda, resuelta por Assmann sin complicaciones.
Sin brillo ni ideas de ninguno de los dos, finalizó el primer tiempo igualado en cero. Un cero justificado por los dos, que hasta el momento calificaba.
El complemento arrancó con otro ritmo, y de arranque, el conjunto mendocino tuvo dos aproximaciones al arco rojo. Pero a los 9, llegó el desnivel del marcador. Una buena jugada entre Ivan Perez y Hernan Fredes con toque y devolución, finalizó con un gran remate del juvenil, que se coló al lado del palo derecho de Torrico.
Más tarde, a los 20, Independiente encontraría el segundo. Quien en esta oportunidad ajusticiaría al 1 de Godoy Cruz sería Fredes, quien tomó la pelota en tres cuartos de cancha, eludió a un hombre rival y la clavó abajo para el 2 a 0 y delirio del pueblo de Avellaneda.
Pintaba para goleada, porque el equipo del Turco ya justificaba la victoria y merecía más. Un remate de larga distancia de Maxi Velazquez tapado por Torrico, y el rebote tomado por Perez con una posterior muy buena reacción del arquero, casi sentencian la historia. Sentencia que llegó minutos después, cuando el ingresado Nuñez, tras gran asistencia de Busse y espectacular corrida por la banda izquierda, definió magistralmente.
3 a 0 y a otra cosa. Independiente se dedicó a esperar el final del partido con un sobrio control de pelota, acompañado por el clásico ¨ole¨ que bajaba de las tribunas. Se dedicó a esperar, al igual que ahora esperamos por nuestro querido hijo...