EL LUGAR DEL REY DE COPAS

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sábado, 23 de abril de 2011

LA MENTE EN BLANCO

Independiente empató frente a All Boys 2 a 2 en un partido clave por la lucha de los promedios. Los dirigidos por Mohamed estaban dos arriba, pero mágicamente se quedaron con la mente en blanco y en cuatro minutos los de Floresta lograron la igualdad. El Turco se fue sin hablar, pero quienes sí lo hicieron fueron Battión, Parra y Vélez. El empate dejó un mar de dudas y se vienen dos clásicos consecutivos.

                      

Aprender de los errores, dicen. Recordarlos para no tropezar dos veces con la misma piedra, pero como recordar algo que hinchas y jugadores desean que se borre lo más rápido posible? Es que Independiente no para de sufrir, y logró un empate con sabor a derrota en un partido clave. Es cierto que en el análisis de los 90´ el Rojo fue más, pero se olvidó justamente eso, que los partidos duran 90´.
Los dirigidos por Mohamed tuvieron uno de los partidos más parejos positivamente en lo que va del campeonato. Dominaron casi de punta a punta el encuentro, y decimos casi porque dejó agrandar a los de Floresta en el último cuarto de hora y lo pagó demasiado caro.
El partido arrancó con un Independiente marcando el ritmo, con traslado de pelota y buenas combinaciones entre Pato y Gracián. Rápidamente encontró el lugar por donde si se decidía a entrar sería un festín (no entendemos como no se supo hacer esa lectura), y era la banda derecha con las subidas de Iván Vélez.
Sin demasiado brillo pero con una actitud renovada respecto a la derrota en clásico, el pleito se disputaba en su gran mayoría en campo de All Boys, arco donde transcurrieron todas la acciones de la primera etapa. Algunos movimientos interesantes de pelota parada crearon buenas oportunidades, y otros rebotes tomados en la segunda jugada con posteriores remates a la valla defendida por Cambiasso, decían que el Rojo era más y el empate le quedaba chico. A los 41´ una buena jugada del Tano Gracián habilitando a Parra desembocó en el 1 a 0, luego de la gambeta del delantero al arquero.
Victoria tranquilizadora para un descanso que permitiría reacomodar las piezas y ajustar detalles desde Mohamed hacia sus jugadores. Descanso que cayó bien, sobre todo por cómo Independiente comenzó el complemento. Durante esos primeros minutos se lo notó un equipo ambicioso, que iba a buscar el partido y no se conformaba con la mínima diferencia.
La presión ejercida a lo largo y ancho del campo, con Tuzzio como estandarte en la recuperación y Battión como el pilar de la distribución, llevaron a que el 5 dispare desde mitad de cancha, sorprendiendo a un Cambiasso que se encontraba adelantado, pero que pudo desviar al corner.
Minutos despues, a los 10´y tras un buen centro de Gracián, un anticipo en el primer palo del ex Banfield se convirtió en el segundo gol rojo. La historia parecía liquidarse, esa sensación daba hacia afuera y dentro del campo de juego en los mismos jugadores.
Pero, como la vieja frase lo dice, los goles que no se hacen en un arco, se convierten en el otro. Y si es cierto que Independiente ganaba 2 a 0, pero también es cierto que desperdició gran cantidad de chances, sobre todo en la primera etapa. Así fue que en el banco de All Boys decidieron ir a buscar el empate.
La propuesta fue con los ingresos de Ariel Ortega y Sebastián Ereros, este último, pieza clave en el desarrollo del encuentro. Desde el otro banco, el Turco decidió replegarse, con los ingresos de Busse y Mancuello, ganando contención, en lugar de Fredes y Gracián. Tal vez un poco apurados esos cambios, pero eso se evaluará en otro momento.
De esta manera, el Albo se vino, y tras un error de cálculo de Assmann, a los 33´de la segunda parte encontró el descuento, que parecía demasiado para el visitante por lo realizado a lo largo de todo el encuentro. Pero el baldazo de agua fría llegó apenas 4 minutos más tarde, cuando a los 37´ Emanuel Gigliotti consiguió el injusto empate.
Empate con sabor a derrota, por cómo se dio, por como se jugó y porque definitivamente de ganar, Indpendiente practicamente olvidaba la lucha en los promedios. Una vez más, por segunda vez en el certamen, Antonio Mohamed se retiró sin realizar declaraciones a la prensa, aunque si lo hicieron algunos jugadores.
Sin demasiado tiempo para reproches, hay que levantar cabeza pensando en lo que viene, a trabajar para corregir errores, a levantar el ánimo de un plantel golpeado y aprender que los partidos duran 90´, y que quince con la mente en blanco te dejan con las manos vacías.

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