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sábado, 2 de abril de 2011

INDEPENDIENTE, DE CAPERUCITA A GUARDA BOSQUES

Con más ganas que vuelo futbolístico, Independiente venció a Gimnasia 2 a 1 en La Plata con goles de Silvera y Pellerano. Matheu se fue expulsado y el Turco sigue rompiendo rachas.


Como en el entrañable cuento infantil de Caperucita Roja, anoche, en el Bosque mandaba el Lobo. Ese mismo Lobo que en las últimas quince excursiones Rojas por La Plata había logrado engañar a los de Avellaneda como en la misma inofensiva fábula. 
El partido comenzó con buen ritmo de los dos, un ida y vuelta interesante pero con una presión incesante de Independiente. Esa presión llevó a los 8´ a que los del Turco tengan la primera clara del partido, fue en los pies de Fredes quien la tiró afuera tras un error de la defensa y estar solo frente al arco libre.  A los 16´ se despertó Gimnasia con una buena jugada individual de Romea que finalmente tapó Assmann, y 3´ después tras un centro preciso en una pelota parada apareció Masuero para el 1 a 0 local.
Gol y baldazo de agua fría para los dirigidos por Mohamed, que de ahí al final del primer tiempo no encontraron respuestas y fueron vapuleados por el conjunto platense, ampliamente superior. Tal fue así, que la ventaja podría haber sido mayor si no fuera por el gran nivel del 1 rojo y la mala puntería del conjunto local. 
 Admirable reacción del técnico de Independiente, quien a los 29´ introdujo la primera variante del encuentro, casi como un pedido de disculpas y reconocimiento de error táctico. Dispuso el ingreso de Parra por Vélez, para lograr un mayor peso en la ofensiva.
El complemento lo encontró al Rojo con una actitud renovada. Tal fue así, que a los 10´ llegó al empate a través del Cuqui Silvera tras un centro de Maxi Velázquez. Pero al minuto de la igualdad, todo pareció complicarse nuevamente; es que Matheu vió la segunda amarilla y se fué temprano al vesturio, después de una fuerte infracción a un jugador tripero.
Con un hombre más, Gimnasia fue a la carga a sabiendas de la imperiosa necesidad de sumar de a tres. El ímpetu del último campeón de la Sudamericana y el acierto de Mohamed en los ingresos de Battión y Godoy le permitieron tener más la pelota y aguantar las envestidas del Lobo. 
Cuando el partido se moría, apareció lo inesperado. Con Gimnasia ya jugado en ataque e Independiente parado de contra, en el primer minuto de descuento apareció Cristian Pellerano para el desahogo de todo el pueblo de Avellaneda.
Fue así, que tras 16 años o quince partidos como visitante, Independiente pudo festejar en La Plata y, que tras una larga espera Caperucita se transforme en el Guarda bosques, por que esta vez, el Lobo en el Bosque se perdió.
 

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