EL LUGAR DEL REY DE COPAS

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lunes, 4 de abril de 2011

NO VAN A ESTAR TAN SOLOS

El amor perdura en el tiempo, dicen. El amor verdadero, claro.Como el amor de un esposo a su mujer, el de un padre a un hijo o, simplemente, ese amor que se forjó entre Independiente y la Copa Libertadores de América. Ese amor que comenzó allá por la década del 60, y hoy, lleva 27 años de amargos desencuentros.
Con el tiempo, se modifica el envase, lo de afuera. Pero cuando ese amor es puro, sincero y mutuo, es cuestión de sacudirle el polvo y disfrutar del romance.
Es cierto, que en el recorrido de estos 27 años lo de afuera cambió, y vaya de qué forma. Sobre el verde césped ya no están los guiños de este amor, como lo fueron las gambetas del Bocha, los quites de Villaverde o las atajadas del Santoro. Como tampoco la magia desparramada por Burruchaga, Bertoni o Bernao, y la pierna fuerte y templada de Trossero, Rolan o Enrique.
Lo de afuera se modificó, pero la esencia es la misma. Todo es cuestión de sacudir el polvo añejo y dejar fluir mutuos sentimientos.
En cuanto a nosotros -los hinchas- respecta, tenemos que cumplir con nuestra parte, para mantener viva esta llama del amor. Tenemos que cumplir con esta herencia que nos dejaron como legado nuestros antepasados, como Panchito Caruso y Genaro Ñato Lippa en mi caso, quienes mañana aparecerán como fantasmas por el renovado Libertadores de América. Ellos y tantos otros que van a estar ahí, sobre un estadio colmado, para que esa llama nunca se apague.
Por eso, los once gladiadores que estén dentro del campo de juego, entre los miles que estemos -adentro del estadio-, los millones -afuera- y todos aquellos que desde donde se encuentren hagan fuerza, no van a estar tan solos.

3 comentarios:

  1. Muy buena nota Fran!!! Te felicito!!! De a poco este blog se va para arriba jaja Aguante Independiente!!!!

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  2. Buenisimo!!! Te felicito Franco cada dia te superas mas!!! A seguir adelante. Gus

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  3. Gracias por la emoción de tus hermosas palabras y por mantener viva la pasión de tus abuelos, llevándolos a la cancha en tu corazón, cuando ellos ya no pueden ir. Corazón que por grande y de tipo bueno que sos, está en condiciones de llevar a toda la hinchada del rojo junta. Gracias por hacer que la tristeza por haber perdido la copa haya sido superada por la alegría de compartir el partido con vos. Papu Caru.

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