...Esta es tu hinchada que te sigue a donde vas...¨ reza la histórica canción. Esa que pide un triunfo, mañana y siempre. Como la historia de nuestro Rojo lo pide y a la vez obliga. Pero este partido, más que nunca. Es que este Independiente modelo 2011 pide el desahogo, pide puntos como el aire para respirar, para dejar de mirar para abajo, y empezar a continuar con la tradición de mirar abajo solo para ver a los demás equipos.
Este Independiente 2011 golpeado por donde se lo mire, extra-futbolísticamente hablando, necesita un lavado de cara y despabilarse de la modorra para volver a ser lo que en un tiempo fue. Ese equipo modelo a nivel mundial, capaz de estar por sobre cualquier institución europea y siendo el espejo ecuménico, al cual todos querían asimilarse.
Hoy, varios años y tras varias presidencias después, estamos muy lejos de ese club del que fuimos parte. Dirigencias tan nefastas como empresarias nos pusieron en donde hoy estamos, nos dejaron en el lugar donde hoy nos encontramos, un lugar donde nadie -o casi nadie- quiere estar.
Pero en contraposición a la actual situación, aparece un manto rojo que cubre el Libertadores de América en cada partido. Un manto rojo formado por miles y miles de personas que aman a estos colores, que cuando la camiseta colorada aparece sobre el verde césped olvidan el paso del tiempo, y dejan sus gargantas en Alsina y Bochini, como si nuestro club fuera uno de los de vanguardia o peleara cosas importantes.
Esa misma gente, es la que mañana va a copar el lugar donde alguna vez se ubicó La Doble Visera. Ese estadio que fue protagonista de infinidad de hazañas logradas por los Rojos, ese estadio que supo albergar figuras de la talla del Bocha, Santoro, Pavoni, Giusti, Burruchaga, Bertoni, Rolan, Hacha Brava, y hasta el mismísimo Pelé con su mítico Santos de Brasil, donde también hubo grandes batallas, recordando algunas frente a Peñarol y Nacional de Montevideo, o contra Colo Colo de Chile, Universitario de Perú, o Gremio de Porto Alegre entre otros.
En ese lugar, hoy se encuentra un renovado Libertadores de América, y aunque aún no esté finalizado en su totalidad, todavía su gente conserva esa mística que caracterizó históricamente al Club Atlético Independiente. Esa mística, es la que en ese canto la gente le pide a sus jugadores que mañana no pueden fallar, que como lo reconoció su propio DT es una final, y de ganarla ya se empezarían a poner las cosas en su lugar. Por eso, cuando mañana enfrentemos a All Boys en la edición número 18 entre estos dos equipos, recordemos que ante los de Floresta ganamos 9 partidos convirtiendo 27 goles, casi quintuplicando sus 2 triunfos con 14 tantos y empatamos en 6 oportunidades. Es un choque directo por la lucha en la que no merecemos estar, hablo de la gente por supuesto.
Por eso, mañana, vamos a copar una vez más, empujando a nuestros jugadores a una victoria tranquilizadora que nos ponga en el pelotón de los de arriba, donde la historia nos obliga a estar.
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